martes, 5 de noviembre de 2019

Jobshadowing en Finlandia

Desde el 28 de octubre al 1 de noviembre, nuestra compañera Paola ha estado visitando el centro de adultos Omnia, en Espoo, Finlandia, dentro de las movilidades previstas en nuestro proyecto Erasmus+ KA104.
Espoo es una de las ciudades más pobladas de Finlandia después de Helsinki, tiene unos 200.000 habitantes y está muy cerca de la capital, a unos 20 minutos en metro.
El jobshadowing consiste en observar cómo enseñan otros profesionales, en este caso Paola ha entrado en las clases de inglés, alemán, italiano, español, francés y finlandés para extranjeros de los docentes del centro para adultos y de la escuela profesional Omnia
Aquí podéis ver un collage de las fotos más representativas de la experiencia.
El contacto que teníamos de un anterior proyecto era Pirjo, profesora de alemán e italiano, que accedió amablemente a que Paola fuera de profesora visitante y le preparó un plan de actividades muy exhaustivo que le permitió hacerse una idea de la infraestructura y de la pedagogía usada en su centro.
Allí conocimos a Kari y Teemu, los jefes de estudios, a Suvi, Perttu y Tehri, profesores de inglés, a Jouko y Sanna, de finlandés, a Jorma, Minna y Eveliina, profesores de español, Elina y Sari, profesoras de sueco, Pirjo, profesora de alemán e italiano y May Lis, Veronica y Heli, profesoras de italiano. Lo primero que nos llamó la atención fue que allí los profesores enseñaban mínimo dos idiomas (Eveliina enseñaba español y francés con la misma soltura, por ejemplo) y manejaban tres o cuatro. De hecho gracias al inglés pudimos comunicarnos con los que enseñaban finlandés, sueco, ruso y alemán.

Foto propia. Rincón con encanto.

Por lo que concierne las infraestructuras del centro, tenemos que hacer hincapié en el equipamiento tecnológico de las aulas, en los espacios de diseño funcionales para ser compartidos (como si fuera una casa, con su cocina y sofás a disposición de los alumnos), la sala de profesores, dotada de cocina, mesas de reunión y perchero para dejar abrigos y zapatos (los profesores llegan con sus zapatos de invierno pero se ponen cómodos y para dar clase se calzan las sandalias que guardan en el zapatero).
Las clases del centro tienen una media de 15 alumnos (aunque el máximo es 22 y el mínimo para abrir un grupo es 10) y los cursos son muy flexibles: algunos duran 6 semanas por un total de 18 horas lectivas (con una semana posterior para examinarse) y otros 12 semanas con asistencia semanal de hora y media.
Los exámenes del aikuislukio (liceo para adultos) son en línea a través de la plataforma Abitti y ¡duran hasta 6 horas!
Los niveles alcanzados por los alumnos que aprenden idiomas no afines (francés, italiano, alemán y español) son bastante bajos (desde un A1 hasta un B1/B2) mientras que los que aprenden inglés, sueco y finlandés, por lo que hemos visto, suelen tener niveles más altos (desde B2 a C2). 
Los alumnos finlandeses que estudian un idioma extranjero en Omnia son en su mayoría adultos y jubilados, cuya motivación es aprender para viajar o vivir una temporada en el extranjero (algunos de los alumnos de español tienen casa en Fuengirola, donde por lo visto existe una nutrida colonia finesa).
El diseño del mobiliario de las clases es muy innovador: pupitres trapezoidales que se pueden juntar en círculo para trabajar en grupo, retroproyectores conectados a la pizarra inteligente para poder agrandar y proyectar textos, folios y objetos, cajas para reciclaje selectivo, ventanales muy amplios para dejar pasar la luz exterior.
Sin embargo, en general, los alumnos no suelen ser muy comunicativos, suelen ser tímidos y rehuyen las actividades de expresión oral, centrándose más en actividades de recepción. Se aplican mucho en aprender léxico nuevo, recurriendo a menudo a la traducción. Esto se debe también al hecho de que no se examinan de actividades de lengua oral. 
Pirjo me enseñó un novedoso método de idiomas que usa tecnología AR (realidad aumentada) para que, escaneando una página del libro, se pueda escuchar el audio en el móvil. La app se llama Arttu y aquí tenéis un ejemplo extraído del método de español Mi mundo (¡gracias Jukka!).
La vida en Finlandia ha sido muy distinta de la de aquí: el tiempo era notoriamente peor, nevaba cuando llegamos y normalmente la temperatura rondaba los cero grados. Llovió un par de días y a las 16.30 ya se hacía de noche. La comida era muy variada, desde salmón a arenque, carne de reno y alce, manzanas, cantarellus, sopas y postres decorados con bayas rojas de todo tipo, korvapuusti (bollo de canela) y regalices.

Foto propia. Clase de italiano con Veronica.

En general, la experiencia ha sido muy enriquecedora y peculiar, ya que el último día, el viernes día 1, el centro celebraba su 50 aniversario y dieron una fiesta por todo lo alto, con discurso de las autoridades, comida, grupo musical y baile. Ha sido un honor presenciar ese acontecimiento tan especial para los profesores y ex profesores del centro.
Agradecemos desde aquí al Sepie y a la UE que nos han brindado la oportunidad de aprender fuera de nuestras frontera. Esta tarde tenemos cita con nuestros propios alumnos y les transmitiremos el espíritu de aprendizaje en comunidad que hemos experimentado en el viaje.
Si queréis seguir el viaje según se ha relatado en redes sociales podéis echar un vistazo a este Momento de Twitter.