jueves, 4 de mayo de 2023

Movilidad a Bologna: Andrés

 


El día 29 de marzo empezaba una aventura de 1 semana de duración en Bologna para 9 personas, sin saber que la recordarían para siempre. El jueves 30 nos presentamos todos en el Liceo Laura Bassi, a 10 minutos del apartamento. La primera impresión fue sobre lo inmenso que era por dentro el liceo. Nos mencionaron que pasar por debajo de la cabeza de la supuesta Laura Bassi daba mala suerte, y por eso todos los alumnos la rodeaban. El primer día tuve francés, ciencias humanas y derecho junto con economía. Por suerte, desde el día 1 los alumnos se empezaron a acercar a nosotros y pudimos hablar y conocernos, ya sea en español, un poco de italiano o en inglés. Y supimos que allí tienen habitualmente 6 días de clase, pero en este liceo únicamente 5. 


El viernes 31 tuve inglés dos veces, italiano y arte. Durante las clases la mayoría de los profesores nos intentaron mantener atentos y que pudiéramos hablar con la clase. Y así fue, todos los alumnos eran muy hospitalarios, y nos guiaban por los pasillos del liceo, así como sugiriéndonos recomendaciones para comer o dar una vuelta por Bologna. El sábado 1 de abril fuimos todos juntos a ver la Fondazione Golinelli, situada a las afueras de la ciudad. Allí nos explicaron todos los objetos de la exposición en inglés. El lunes 3 tuve italiano, derecho y economía, ciencias humanas y español. Este día pudimos observar que en este liceo también tienen que hacer exámenes orales de las asignaturas. 


Además, en español de último curso vimos que estaban dando a Federico García Lorca y en general la Generación del 27, donde leyeron el poema “El romance de la pena negra”. El martes 4 fue el último día de clase para nosotros, y tuve inglés, italiano, economía y derecho. Y por último, tuvimos todos juntos las conclusiones sobre la movilidad en el Liceo. La experiencia ha sido única. He tenido la suerte de haber conocido a personas maravillosas tanto de aquí de España, como los estudiantes de allí de Bologna, con la que nos pudimos ir a comer el último día como agradecimiento por todo lo que hicieron por nosotros. Pude observar las diferencias entre el sistema educativo español y el italiano, donde me pareció curioso que los alumnos, en general, no tuvieran miedo a hablar en medio de clase, donde podían debatir entre todos y participar activamente en las clases. Además, pudimos entender cómo funcionan los cursos allí, siendo bastante diferente al sistema español de ESO, Bachillerato y posteriormente la universidad. 



Y por último, como estudiante de italiano, pude aprender algunas palabras y expresiones nuevas, además de practicar mis conocimientos y pronunciación. 

 Andrés Blanco, alumno de inglés e italiano

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