jueves, 16 de junio de 2022

Gante, corazón de Bélgica.

DOMINGO 20 DE MARZO 

El primer día nos reunimos muy prontito (a las 7:00) en el aeropuerto de Madrid. Recuerdo los nervios y emoción que sentía como si fuera ayer. No conocía a nadie y tenía mucha incertidumbre y un poco de miedo, pero la verdad es que no habría podido pedir mejores compañeros. La primera foto nos la hicimos cuando nos reunimos todos. Tras coger el avión, llegamos al aeropuerto de Zaventem de Bruselas sobre las 10:00 de la mañana y fuimos en transfer hasta nuestro hotel, que estaba en Gante. Dejamos las maletas y fuimos en búsqueda de un restaurante para comer, y al final acabamos yendo a un indio. Algunos de nosotros no habíamos ido nunca a un indio y no sabíamos que la comida picaba, así que lo pasamos un poco mal, pero la camarera amablemente nos dio yogur para calmar el picor. Yo me comunicaba en inglés con la gente de Gante, y algunas compañeras que sabían francés, en francés. Compramos comida para desayunos y alguna cena en un Carrefour y lo guardamos en las neveras que teníamos en las habitaciones. Después de comer estuvimos organizando en el hotel lo que haríamos los próximos días.

LUNES 21 DE MARZO 

Nos levantamos pronto y fuimos a una clase de neerlandés a una escuela cercana. Aprendimos algunas frases sencillas, y yo que estudio alemán, pude comparar el parecido que tienen ambos idiomas. Descubrí que no se parecen tanto como pensaba. Tanto en gramática como vocabulario tienen diferencias significativas. Cuando terminamos la clase fuimos a comer a una universidad que estaba cerca, donde comimos barato y bien. Por la tarde teníamos una clase de español en Lochristi, un municipio que nos quedaba un poco lejos, así que la profesora de español nos recogió en coche y pudimos llegar a tiempo. En la clase hablamos con los alumnos, nos hicieron todas las preguntas que quisieron y luego expusimos unas presentaciones que habíamos preparado sobre la historia de Alcalá, su flora y fauna, Miguel de Cervantes, la gastronomía española y sobre Perú y Venezuela. Nos regalaron unos dulces típicos conocidos como ‘las narices de Gante’ por su forma de cono. 

MARTES 22 DE MARZO 

Por la mañana un compañero y yo fuimos a un free tour en Gante, donde la guía nos enseñó sobre la historia y cultura de Gante. Salimos muy contentos. Por la tarde fuimos a clase de distintos idiomas. Anastasia nos volvió a recoger en coche, y como la escuela de idiomas estaba cerca de la frontera con Holanda… ¡cruzamos la frontera! Aparcó en el primer sitio que pudo y salimos un rato. ¡Habrán sido solo 10 minutos, pero ya podemos decir oficialmente que estuvimos en Holanda! Después fuimos a la escuela, y mis compañeros fueron a clase de ruso y yo a clase de alemán. Me gustó mucho estar en esa clase porque los alumnos realmente se habían preparado para mi llegada. Les escribí una carta antes del viaje, y la leyeron y se prepararon preguntas para hacerme. Además, me regalaron un montón de chocolate y bollitos típicos de allí. La profesora fue increíblemente amable, y estas casi 3 horas de clase supusieron una completa inmersión en alemán, ya que no podía hablar con los alumnos en ningún otro idioma. Salí muy agradecida y contenta. 

MIÉRCOLES 23 DE MARZO 

De Bélgica, además de Bruselas (la capital), hay un nombre que se escucha mucho, y ese es Brujas. Lo visitamos por la mañana y compramos diversos souvenirs, como el famoso chocolate belga para regalar a nuestros familiares y amigos. A las 18:30 algunas teníamos clase de inglés en Destelbergen. El profesor, llamado Tim, nos recogió en coche ya que el sitio estaba lejos, y luego nos dio una clase muy entretenida. Hicimos actividades por grupos mezclando españoles con belgas para que habláramos siempre en inglés y ellos no pudieran charlar en neerlandés entre ellos. 

JUEVES 24 DE MARZO 

A las 9 de la mañana fuimos una compañera y yo a clase de inglés con el mismo profesor Tim, pero en una escuela de idiomas distinta. A las 11:45 terminamos y Tim nos acercó a la estación de Gante, y volvimos andando al hotel. Pasamos esa tarde visitando Gante: la Torre Belfort y la Catedral de San Bavón. En ella realizamos un tour con gafas de realidad virtual que mereció mucho la pena, y concluimos la visita viendo el cuadro más famoso que se esconde en Gante: La adoración del Cordero Místico. También se conoce como el Políptico de Gante, ya que consta de doce tablas y puede estar abierto o cerrado.Nosotras fuimos a la última sesión, por lo que pudimos ver cómo se cerraba. En las fotos se puede ver tanto abierto como cerrado. Fue realizado por los hermanos Hubert y Jan van Eyck y es un cuadro con mucha historia, ya que ha sobrevivido a robos e incendios. Por la noche los alumnos de español de Anastasia nos prepararon un tour de Gante. Nos explicaron sobre los distintos monumentos y edificios que hay. Después del tour fuimos todos juntos a un bar a probar la famosa cerveza y otras bebidas típicas mientras charlamos todos juntos y tanto ellos como nosotros aprendimos sobre distintos aspectos socioculturales. 

VIERNES 25 DE MARZO 

Por la mañana fuimos a la última clase a la que asistiríamos. Era una clase de español en una escuela distinta de la de Anastasia, es decir, con otros alumnos. Por ello, volvimos a exponer las presentaciones que teníamos y conversamos con ellos. Nos invitaron a comer tarta, zumos y batidos. Estoy muy sorprendida con la amabilidad de la gente de Bélgica, porque de verdad que en todos los sitios a los que hemos ido nos han tratado superbién. Tras la clase cogimos el tren hacia Amberes, donde estuvimos hasta por la noche. En Amberes reservamos un free tour que nos permitió conocer la historia detrás de los monumentos y construcciones más importantes. 

SÁBADO 26 DE MARZO 

Ya que el aeropuerto está en Bruselas y nuestro vuelo salía sobre las 19:00, decidimos ir prontito por la mañana a Bruselas, dejar las maletas en las taquillas de la estación, y visitar la ciudad. Bélgica se conoce como la ciudad del cómic, y por ello tiene una ruta denominada la ruta del cómic. Y aunque no pudimos hacerla entera, sí logramos hacer una parte. 
Se trata de un recorrido que muestra fachadas de edificios pintadas con murales de cómics famosos como el que se ve en la foto. También vimos el símbolo de la ciudad de Bruselas: el conocidísimo Manneken Pis, una estatua de un niño orinando que representa la libertad de espíritu de los belgas y su sentido del humor. Cabe destacar que muchos turistas se sienten decepcionados por el pequeño tamaño de la estatua, pero nosotros intentamos ir sin expectativas y, al menos a mí, no me disgustó. Por último, una compañera y yo visitamos el Atomium, otro de los símbolos de Bruselas, antes de ir al aeropuerto. No sabéis cómo me dolió que llegara este día. Viajar te permite desconectar totalmente de las responsabilidades del día a día. Durante esta semana solo éramos turistas en un nuevo mundo, donde nos lo pasamos realmente bien, hicimos buenas migas a pesar de no conocernos de antes, y aprendimos muchas cosas.

Rosabel

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