DOMINGO 20 DE MARZO
El primer día nos reunimos muy prontito (a las 7:00) en el aeropuerto de Madrid. Recuerdo los nervios y emoción que sentía como si fuera ayer. No conocía a nadie y tenía mucha incertidumbre y un poco de miedo, pero la verdad es que no habría podido pedir mejores compañeros. La primera foto nos la hicimos cuando nos reunimos todos. Tras coger el avión, llegamos al aeropuerto de Zaventem de Bruselas sobre las 10:00 de la mañana y fuimos en transfer hasta nuestro hotel, que estaba en Gante. Dejamos las maletas y fuimos en búsqueda de un restaurante para comer, y al final acabamos yendo a un indio. Algunos de nosotros no habíamos ido nunca a un indio y no sabíamos que la comida picaba, así que lo pasamos un poco mal, pero la camarera amablemente nos dio yogur para calmar el picor. Yo me comunicaba en inglés con la gente de Gante, y algunas compañeras que sabían francés, en francés. Compramos comida para desayunos y alguna cena en un Carrefour y lo guardamos en las neveras que teníamos en las habitaciones. Después de comer estuvimos organizando en el hotel lo que haríamos los próximos días.
LUNES 21 DE MARZO
Nos levantamos pronto y fuimos a una clase de neerlandés a una escuela cercana. Aprendimos algunas frases sencillas, y yo que estudio alemán, pude comparar el parecido que tienen ambos idiomas. Descubrí que no se parecen tanto como pensaba. Tanto en gramática como vocabulario tienen diferencias significativas. Cuando terminamos la clase fuimos a comer a una universidad que estaba cerca, donde comimos barato y bien. Por la tarde teníamos una clase de español en Lochristi, un municipio que nos quedaba un poco lejos, así que la profesora de español nos recogió en coche y pudimos llegar a tiempo. En la clase hablamos con los alumnos, nos hicieron todas las preguntas que quisieron y luego expusimos unas presentaciones que habíamos preparado sobre la historia de Alcalá, su flora y fauna, Miguel de Cervantes, la gastronomía española y sobre Perú y Venezuela. Nos regalaron unos dulces típicos conocidos como ‘las narices de Gante’ por su forma de cono.
MARTES 22 DE MARZO
MIÉRCOLES 23 DE MARZO
De Bélgica, además de Bruselas (la capital), hay un nombre que se escucha mucho, y ese es Brujas. Lo visitamos por la mañana y compramos diversos souvenirs, como el famoso chocolate belga para regalar a nuestros familiares y amigos. A las 18:30 algunas teníamos clase de inglés en Destelbergen. El profesor, llamado Tim, nos recogió en coche ya que el sitio estaba lejos, y luego nos dio una clase muy entretenida. Hicimos actividades por grupos mezclando españoles con belgas para que habláramos siempre en inglés y ellos no pudieran charlar en neerlandés entre ellos.
JUEVES 24 DE MARZO
A las 9 de la mañana fuimos una compañera y yo a clase de inglés con el mismo profesor Tim, pero en una escuela de idiomas distinta. A las 11:45 terminamos y Tim nos acercó a la estación de Gante, y volvimos andando al hotel. Pasamos esa tarde visitando Gante: la Torre Belfort y la Catedral de San Bavón. En ella realizamos un tour con gafas de realidad virtual que mereció mucho la pena, y concluimos la visita viendo el cuadro más famoso que se esconde en Gante: La adoración del Cordero Místico. También se conoce como el Políptico de Gante, ya que consta de doce tablas y puede estar abierto o cerrado.Nosotras fuimos a la última sesión, por lo que pudimos ver cómo se cerraba. En las fotos se puede ver tanto abierto como cerrado. Fue realizado por los hermanos Hubert y Jan van Eyck y es un cuadro con mucha historia, ya que ha sobrevivido a robos e incendios. Por la noche los alumnos de español de Anastasia nos prepararon un tour de Gante. Nos explicaron sobre los distintos monumentos y edificios que hay. Después del tour fuimos todos juntos a un bar a probar la famosa cerveza y otras bebidas típicas mientras charlamos todos juntos y tanto ellos como nosotros aprendimos sobre distintos aspectos socioculturales.
VIERNES 25 DE MARZO
Por la mañana fuimos a la última clase a la que asistiríamos. Era una clase de español en una escuela distinta de la de Anastasia, es decir, con otros alumnos. Por ello, volvimos a exponer las presentaciones que teníamos y conversamos con ellos. Nos invitaron a comer tarta, zumos y batidos. Estoy muy sorprendida con la amabilidad de la gente de Bélgica, porque de verdad que en todos los sitios a los que hemos ido nos han tratado superbién. Tras la clase cogimos el tren hacia Amberes, donde estuvimos hasta por la noche. En Amberes reservamos un free tour que nos permitió conocer la historia detrás de los monumentos y construcciones más importantes.
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