La sublime puerta de las técnicas de dramatización
La ciudad de Estambul nos recibió en todo su esplendor una noche de sábado de julio. Elvira y yo llegamos a nuestro hotel en el barrio de Cihangir y de allí por algunos rincones se divisaban las luces del Bósforo, las siluetas de las mezquitas y el esplendor arquitectónico del imperio Otomano, por un lado, y los rascacielos de la ciudad del siglo XXI, por otro. Al día siguiente pudimos empaparnos del bullicio de las calles de Cihangir, Beyoglu, bajar a la Torre de Galata – saludarla tras ver que para subir había que pagar 20 euros – y seguir nuestro camino hacia el Cuerno de Oro, y la majestuosidad de Sultanhammet; en pocos metros Agia Sofia, la mezquita Azul, la Basilica Cisterna y la “Sublime Puerta” de Topkapi, el legendario palacio de los Sultanes.
Bajo las luces del atardecer de la antigua Costantinopla volvimos a nuestro barrio “europeo”, ya que al día siguiente nos esperaba la primera de las cinco sesiones de formación en “Drama Techniques”, cuyo nombre grandilocuente nos atrajo desde el primer momento; elegimos este curso para formarnos en algo que nos quitara la excesiva capa de digitalización, que nos estaba cegando, y que nos devolviera a la esencia humana de la enseñanza. Puedo decir que, después de todo, tuvimos razón.
El curso, impartido por la profesora ateniense Cynthia Rodopoulos, fue una verdadera vuelta a la esencia humana, tanto la del docente, como actor en un escenario en el cual está continuamente expuesto a la mirada de la clase, como la de los propios alumnos, cuya atención, energía y creatividad el docente está llamado a estimular, para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea eficaz.
Cynthia hizo que nos presentáramos de una manera especial, un método visual y teatral para recordar más fácilmente los nombres de alumnos y compañeros: en el momento en que decíamos nuestro nombre teníamos que asociarlo a un gesto que nos representara (yo elegí mimar mi voluminosa melena y Elvira su sonrisa). Al día siguiente nos invitó recordar los nombres de los demás, en una presentación encadenada, en la cual decíamos el nombre del compañero y su gesto identificativo.
En la primera sesión y media cada uno presentó las diferentes realidades didácticas de las cuales procedía; fue muy reconfortante ver como en diferentes lugares de Europa se intenta educar a los estudiantes de diferentes edades a los valores de solidaridad y convivencia a través de proyectos en los cuales los docentes se involucran con todo su compromiso social y creatividad. Éramos veinte, procedentes de España, Hungría, Alemania, Turquía, Polonia, Francia y Rusia…tod@s involucrad@s en dejar nuestra aportación para un futuro prometedor, a través de los idiomas, del dibujo, de la música, de la danza, de la tecnología y del teatro - ¿cómo no?
Svetlana, una profesora rusa procedente del extremo este del país euroasiático, la cual se había tenido que financiar el curso y la estancia, nos sorprendió con una presentación que nos involucró en una actividad de dramatización, que ella misma usaba en sus clases para reforzar el uso del pasado.
Y a partir de ese momento empezó el juego, porque, al fin y al cabo, aprender, y más aún en una clase de idiomas, es volver a jugar, “to play” en inglés, actuar. Ese entorno de aprendizaje y juego hizo también que se creara una atmósfera de unidad y colaboración en la clase y que en esos días nos sintiéramos amigos, además de compañeros; esa sensación de unidad, de amistad, iba más allá del aula. De manera espontánea quedábamos para excursiones, visitas a los muchos monumentos y maravillas arquitectónicas que ofrece Estambul, para comer, cenar ¡y hasta para bailar!
Cynthia tuvo un gran mérito en crear ese clima, involucrándose en primer lugar en la socialización en la clase e inventándose unas actividades extraescolares que lo favorecían: nos dio entradas para Agia Sofia y para un crucero en el Bósforo y organizó una yincana por el barrio de Beyoglu y Galata para que fuéramos conociendo lugares poco conocidos de la arquitectura de esos lugares hasta reunirnos todos en la plaza delante de la Torre de Galata.
DRAMA TECHNIQUES: DEVELOPING SELF-EXPRESSION, SOCIAL AND COMMUNICATIVE SKILLS FOR ALL STUDENTS
Actividades para poner conciencia en el uso del diafragma y activación del diafragma para no forzar la voz:
Encontrar tu posición neutral, si tensar partes del cuerpo (pies paralelos, abiertos a la altura de las caderas, etc.)
Poner una mano encima del pecho y otra en el estómago, y notar cuál(es) se mueve(n) al exhalar.
En parejas🡪 Abrazar apretando un poco desde atrás a la altura del diafragma, y la otra persona, al exhalar, tiene que mover los brazos del compañero, si no, la respiración no está siendo diafragmática.
Exhalación en staccatos.
Expulsar aire lentamente haciendo un “ssssss” todo lo largo posible.
Actividades para reactivar el cuerpo y la mente y crear confianza y cohesión en el grupo:
Actividad para entrenar la memoria y cohesionar al grupo: Cada alumno tenía que presentarse diciendo su nombre y un signo que le representase, incluyendo los nombres y signos de los compañeros que se habían presentado antes que él.
Hi-ha-ho: juego para fomentar los reflejos y la conexión grupal. Alguien empieza diciendo “hi” mientras lanza de arriba abajo, con las manos juntas y los brazos estirados, la palabra a otra persona. El receptor dice “ha” haciendo el movimiento contrario (de abajo arriba), y las dos personas a su derecha e izquierda dicen “ho” mientras hacen ese mismo movimiento hacia el tronco de la persona, como queriéndolo cortar. La persona que no reaccione o que haga el movimiento incorrecto se sale del círculo, y el juego sigue hasta que solo quede una persona.
Gusano de la risa: nos tumbamos en el suelo haciendo una especie de gusano, apoyando la cabeza en la barriga del compañero. Los primeros de la cadena empiezan a reírse, y en cuestión de un minuto, todos los participantes están muriéndose de la risa.
Alfabeto en movimiento (para niveles básicos):
a cada alumno se le asigna una letra. El profesor escribe una frase en la pizarra y cuando aparece su letra el alumno tiene que ponerse en pie, decir la letra y volver a sentarse. Para indicar los espacios entre las palabras, todos los alumnos se ponen en pie. Lo he puesto en práctica (Elvira al habla) con mis dos grupos de A2 y ha sido todo un éxito.
Técnicas de dramatización
Método Stanislavskij: 6 preguntas para analizar un personaje (e.g. la madrastra de Blancanieves)
1 ¿Quién soy? Soy una reina, una madrastra…
2 ¿Dónde estoy? En un castillo, en una habitación delante de un espejo mágico
3 ¿Cuándo ocurre la historia? En un tiempo lejano, en invierto…
4 ¿Qué quiero? Quiero ser la mujer más bella del reino.
5 ¿Cómo consigo lo que quiero? Matando a Blancanieves.
6. ¿Por qué quiero eso? Porque para mí, belleza equivale a tener poder o a sentirme valiosa.
Status: status interno y status externo. La profesora, fuera del aula, asigna a varios alumnos un número interno (cómo te sientes por dentro) y un número externo (tu status profesional). Entonces esos alumnos entran en clase y se sientan en una silla mirando hacia el resto de la clase, sin decir nada. De acuerdo a la actitud que están transmitiendo con su presencia, los demás tenemos que adivinar cuál es su número interno y cuál el externo.
Dramatización: reunión en una oficina. Siguiendo el mismo proceso que la actividad anterior, un grupo de alumnos sale del aula con la profesora y esta les da un número que no pueden decir a los demás (en nuestro caso, del 1 al 17). Ese número es la posición que tienen en la reunión. Entonces entran en la clase y empiezan a actuar de acuerdo a su número, y teniendo que calibrar el posible número de los compañeros. Cuando terminan la performance, el resto de alumnos tiene que decir qué número creen que tenían, y qué impresión han tenido. Al final se descubre que la profesora había dado a todos el 17, la máxima posición. Es interesante ver cómo cada persona interpreta la posición de poder.
Uno frente a todos: Una persona se sienta en una silla en medio de la sala, observada por todos los demás. Simplemente se queda ahí, sin hacer nada ni poner ninguna expresión en particular. Mira a los demás, luego mira al frente… Y pasado un minuto, la profesora pregunta a los observadores: ¿Qué emociones os transmite? ¿En qué situación se encuentra? ¿Cuál podría ser el contexto? Si fuera un personaje en una historia, ¿cuál sería? Es curioso ver lo que la gente percibe de ti. De mí dijeron que parecía una reina medieval. Este es el dibujo que una compañera hizo durante la actividad:
Representación teatral final: crear una escena en la que todos desempeñamos un papel, teniendo en cuenta los principios del método Stanislavskij. Se intentan involucrar todos los participantes del curso, como actores, directores, organizadores, encargados del attrezzo, etc.